Ya se trate de un pequeño agente exclusivo o de una gran correduría de seguros la figura del mediador profesional de seguros (que a día de hoy con la nueva normativa, los cambios tecnológicos y la evolución de los mercados no sabemos cómo será dentro de 10 años o si aún existirá tal y cómo la concebimos hoy en día), sigue siendo muy necesaria por las razones que expondré a más abajo.
Conviene destacar que el mediador profesional de seguros, es aquella persona o entidad que dedica todo su tiempo profesional a buscar y dar solución a las necesidades en materia de seguros (y en muchas ocasiones más allá de los seguros) que se le plantean a sus clientes, que los cuida, los sabe escuchar, que trabaja de forma continuada para satisfacerlos, con la esperanza de ganarse merecidamente su confianza y respeto para conseguir una relación profesional duradera en el tiempo, que resulte beneficiosa para ambas partes. Muy distinto del “profesional” que únicamente conocemos el día que contratamos el seguro, del cual no volvemos a saber nada más de él, y qué posiblemente sólo haya recibido la suficiente formación para colocarnos ese producto en concreto.
De forma resumida podemos decir que el mediador profesional de seguros selecciona las soluciones más eficaces en función de las necesidades concretas de cada cliente. Se trata pues de un servicio personalizado, ya que si no existen dos personas iguales, las necesidades demandadas y las soluciones posibles tampoco pueden ser iguales. Nos informa de las condiciones del contrato que a su juicio conviene suscribir y de cuál debe ser la cobertura más idónea en cada caso, dejándonos a nosotros la libertad de elegir el nivel de aseguramiento que queramos tener. A la vez que vigila con esmero que se cumplan todos los requisitos necesarios que ha de reunir la póliza para que esta sea eficaz y tenga plenitud de efectos.
El disponer de un mediador profesional de seguros de verdad a nuestro servicio, nos beneficia a nosotros como clientes suyos de las siguientes formas:
1.– No cuesta más dinero, pagaremos lo mismo con o sin él, y es muy probable que nos aplique un menor precio para iniciarnos como cliente suyo, y que con el tiempo podamos llegar a conocerlo mejor por sus servicios. Con la actual situación económica bastantes personas procuran realizar algunas tareas por su cuenta para ahorrarse los honorarios de un profesional. Puede que para una pequeña reparación doméstica nos pueda compensar, pero para los seguros el hecho de prescindir del mediador profesional y acudir directamente a la compañía aseguradora no nos va a ahorrar nada de dinero. Por contra, en caso de una dificultad seremos nosotros los que deberemos tratar directamente con la aseguradora.
Razonable es ajustar nuestros gastos, pero no prescindir de los que realmente necesitamos. Así como nadie prescinde del médico o del abogado, porque entendemos que cuando nos dirigimos a ellos tratamos asuntos que nos preocupan en exceso y no queremos sentirnos desprotegidos, con el mediador de seguros debe ocurrir de igual formal. No me afectará mucho si en una avería en carretera o en una pequeña humedad en casa me equivoco y no me atienden como habría deseado, pero estos hechos no van a afectar gravemente a mi estilo de vida. Si comprendemos que los seguros tienen como objeto principal ayudarnos en aquellas situaciones que pueden comprometer el normal desarrollo de nuestra vida personal o profesional, entenderemos porqué no podemos prescindir de un profesional en esta materia.
2.– Nos ahorrará tiempo para dedicar a nuestras gestiones profesionales, si nos ponemos en sus manos y nos conoce bien (cuanto mejor conozca nuestras circunstancias particulares mejor nos podrá ayudar), reservaremos nuestras energías y tiempo para emplearlos en aspectos productivos de nuestra actividad laboral, y él gestionará todos los trámites relacionados con nuestros seguros (desde contratación y formalización del seguro hasta su renovación y tramitaciones periódicas, confección de partes de siniestros, formulación de reclamaciones a la entidad aseguradora, etc…) nos informará acerca de cualquiera de las cláusulas de la póliza, y en caso de siniestro nos dará su asistencia y asesoramiento siempre en nuestro beneficio.
3.– Dispondremos de su experiencia en el trato con las compañías aseguradoras y entidades financieras. Su trato diario con estas figuras le permiten conocer a “las personas” que forman parte de estas empresas y caso de necesitar alguna gestión especial siempre será mejor ponerle cara a nuestro asunto en concreto, que no entrar por el canal habilitado por la compañía aseguradora y ser otro ”expediente” más a gestionar.
4.– Estará al tanto de las novedades en el mercado asegurador y los aspectos legales que puedan afectar a nuestros seguros. El nivel de formación requerido por ley a los mediadores profesionales, además de la fuerte competencia en el sector de seguros, les obliga a renovar constantemente sus conocimientos, además de recibir toda la nueva información que les pueda afectar, tanto a ellos en su quehacer diario como a las pólizas de sus clientes.
5.– Dirigirnos a un único interlocutor, más sencillo y rápido para nosotros. Aunque el mediador de nuestra confianza no disponga de todos las pólizas bajo su gestión directa, ya que puede que algún riesgo no lo trabaje, lo tengamos “secuestrado” por algún banco o compromiso familiar o las condiciones que tengamos en un contrato puntual ya no estén disponibles en el mercado asegurador, siempre estará a nuestro lado para indicarnos la mejor manera de proceder y cuidar por nuestros intereses.
Hoy en día parece muy claro que un profesional tiene que girar en torno a sus clientes, y no en torno a si mismo, si quiere mantenerse y progresar. Pues en el caso de los mediadores profesionales está razón es máxima, sin sus clientes no son nada. Por ello el enorme esfuerzo que realizan los profesionales de verdad por comprender las necesidades y preocupaciones de estos, adaptarse a las nuevas circunstancias y darles siempre la mejor respuesta posible, o sea dar el mejor servicio posible.
Os dejo con un spot publicitario del Colegio de Mediadores de Seguros de Valencia que de forma sencilla nos recuerda para qué sirven los mediadores profesionales de seguros.
Edición de David Torio